Mucha preocupación causó la prostitución en las jóvenes estudiantes de preparatoria y universidad.
Los Mochis, Sinaloa.- “Hay niñas que van a la escuela, salen de casa, reciben una llamada telefónica de alguna persona, salen al sexoservicio y tranquilamente regresan al plantel educativo”, indicaba hace un par de años María Elena Soberanez, en aquel entonces la doctora era miembro del Consejo de Médicos Generales y Familiares de la zona norte de Sinaloa.
En aquel entonces, era alarmante los casos de prostitución en las jóvenes estudiantes de preparatoria y universidad de la zona norte del estado, pues la práctica se había vuelto tan común, y que iba a la alza, informó hace dos años Soberanes Espinoza.
“Hay niñas que van a la escuela, salen de casa, reciben una llamada telefónica de alguna persona, salen al sexoservicio y tranquilamente regresan al plantel educativo”.
La doctora y exmiembro del consejo del Colegio de Médicos Generales y Familiares y representante de Conamege, filial Los Mochis, argumentó que la situación se da por la necesidad o simplemente porque las jovencitas se dejan influenciar por la competencia en el aspecto económico.
“Hay mucha competencia en lo económico, en un aspecto físico. La prostitución se da a nivel preparatoria y a nivel licenciatura por las necesidades económicas, y muchas veces al momento que yo les pregunto a las chicas y los chicos, cuál es el motivo, qué los mueve; pues simplemente curiosidad, porque necesitan dinero, quieren un coche, quieren cosas materiales que se van desenfocando del real sentido de la sexualidad”.
Soberanes Espinoza recalcó que la prostitución en las estudiantes va en aumento.
“Desafortunadamente, los casos van en incremento, porque si una chica lo practica, y sus compañeras ven que le va bien, pues invitan a otras. Como médico que actualmente ejercemos la medicina también el área de la docencia, me toca mirar varios casos de esa forma”.
La doctora exhortaba que todos cuidar a sus hijas, sobrinas, nietas y hermanas sobre esto.
“Yo creo que tenemos que alzar la voz, unirnos, gritar que estamos ante una sociedad con muchas necesidades en la cultura sexual”.